VIDA EN LA NATURALEZA

Cuando uno decide vivir fuera de la ciudad, en los suburbios de ésta, en cierto modo está decidiendo acercarse a la naturaleza. La naturaleza y el contacto con ésta se prioriza con respecto a los servicios que la ciudad ofrece. Si bien un suburbio no es un entorno rural en el que esta posición se extrema y es más legible esta relación prioritaria con el medio natural, los vallisoletanos que deciden vivir en El Peral, en cierto modo, tienen el anhelo de notar la naturaleza cuando se despiertan, al acostarse oír los grillos, y de alguna manera tener presente que los seres humanos requerimos del contacto con la naturaleza para estar en paz. Por ello, esta promoción de viviendas centra gran parte de su diseño en la presencia de la naturaleza. La naturaleza define el entorno urbano en la que se insertan las viviendas, posicionándose como el lugar de referencia en torno al cual se sitúan los espacios habitados.

VIVIR BIEN

Cuando compramos una casa todos buscamos lo mismo: vivir bien.

Vivir bien no depende de los materiales fastuosos con los que se construye. Vivir bien no depende del dinero. La buena vida está vinculada más a los pequeños placeres de la vida, los placeres de lo cotidiano. Hacer especial el día a día. La luz solar bañando las sábanas al despertarse, la brisa humedecida refrescando el hogar en verano, tener espacio para poder reunirse con amigos, o un rincón en el jardín a la sombra de un árbol para leer un libro, son más importantes que el mármol en los baños. Por eso, todas las decisiones arquitectónicas de esta promoción buscan que los habitantes de este pedazo de ciudad vivan lo mejor posible. Pequeñas decisiones como que haya luz solar en todos los espacios de la casa o dotar de las dimensiones adecuadas a las estancias son las que crean el marco adecuado para la buena vida.

CON LOS PIES EN LA TIERRA

La tipología típica en viviendas en hilera consiste de viviendas de crujía estrecha en varias alturas en las que la vida acontece en distintos niveles. Nada más entrar en la parcela se suele subir una escalera para acceder a la planta baja que está elevada para poder poner unas minúsculas ventanas al semisótano. La planta baja acostumbra a ser pequeña y contener la cocina y el salón. En las plantas superiores se sitúan los dormitorios. En esta configuración la escalera es lo que articula los distintos espacios de la casa y por lo tanto no sólo son viviendas no accesibles sino que condenan a sus usuarios a estar permanentemente subiendo y bajando escaleras.

En este proyecto se propone vivir con los pies en la tierra: las viviendas son accesibles y tienen todas sus estancias en planta baja. Todas las estancias necesarias para la vida se sitúan en planta baja.

La escalera es un elemento opcional que cada cooperativista puede elegir libremente tener. Se puede escoger tener sótano y se puede escoger subir al jardín de cubierta, pero esto es una opción posible a elegir libremente, no una imposición necesaria.

MIRANDO AL SUR

El sol es vida. La luz solar y el agua son los dos elementos esenciales para la vida. Sin exposición directa al sol nuestro cuerpo sufre y enferma. La orientación solar condiciona la manera en la que se habitan los espacios. Por ello, los salones de todas las viviendas están orientados al sur, recibiendo diariamente el máximo número de horas de sol. Al mismo tiempo la orientación sur permite un control solar excelente con medidas pasivas sencillas como la presencia de un porche o de un árbol para proporcionar sombra en verano. Las viviendas con esta orientación son excelentes para ahorrar energía de forma pasiva e incrementan el confort interior.

MI CASA COMO A MI ME GUSTA

Todos nosotros somos únicos. Nos gustan cosas distintas y necesitamos lugares distintos. Por ello, las viviendas de esta promoción pueden ser configuradas de multitud de maneras para cumplir con las demandas de cada familia y de cada habitante. Podemos tener más o menos dormitorios, aislar la cocina o incorporarla al salón, añadir un sótano o una piscina. Incluso podemos añadir una escalera para subir a la cubierta y aprovechar ese espacio como extensión de nuestro jardín. En lugar de imponer una vivienda que luego será manipulada para adaptarse a cada uno, preferimos dar opciones y versatilidad a las viviendas para que cada uno las haga suyas desde el principio.